Cada cierto tiempo entra en tela de juicio si realmente existe la libertad de expresión, de pensamiento, o si vivimos regidos por un sistema ya implantado, el cual rige todo el mundo y solo le favorece a un pequeño puñado de hombres poderosos. Según estas teorías, estos “líderes del nuevo mundo” implantan una ideología corriente en nosotros a través de diversos medios y nos acarrean a vivir una vida “robotizada”, con las mismas ideas de llevar una vida totalmente banal, sin sentido de lo importante: el conocimiento y la virtud.
¿Cuántas veces nos hemos visto envueltos en encrucijadas existenciales? Por ejemplo quien no se ha preguntado: ¿Para qué vivo? ¿Por qué esto me pasa a mí? Y casi siempre – por no decir siempre – le echamos toda la culpa a la “suerte” o a al “azar del destino”. Pero la verdad es que la culpa de todo lo que nos suceda, para bien o para mal, se encuentra en nosotros mismos. Vivimos absorbidos por los problemas sin importancia que nos implanta la sociedad que nos olvidamos de lo más importante. Pensar por nuestra propia cuenta.
A lo largo de la historia los hombres más trascendentales y destacados, fueron aquellos que creyeron y siguieron sus ideales. Desde Sócrates hasta Gandhi, pasando por Jesucristo, estos líderes pensadores han buscado responder a las preguntas más difíciles de la humanidad, siempre de manera sencilla y entendible, todo esto a través de la reflexión del pensamiento y las preguntas exactas. Además, la verdad absoluta no es sencilla de encontrar, nadie nos la encontrará por nosotros, solo podrán guiarnos, mas no hacer todo el trabajo.
Ahora bien, por tal motivo es importante que cada uno razone a su manera y contraste sus respuestas con la de los demás, y no sentirse satisfecho con eso, pues el conocimiento es muy grande y pueden descubrirse nuevas cosas desde la perspectiva de otra persona. Cada persona tiene las suficientes cualidades de encontrar su verdad y defenderla, no debemos ser ovejas que se dejan acarrear por un “pastor”, y ¿si ese pastor esta loco y nos lleva hacia un barranco? Por eso nadie puede, ni debe pensar por nosotros.
Como lo explica Platón en el mito de la caverna, hay muchas personas que solo viven entre sombras creyendo lo que no es e ignorando las nuevas ideas de la vida, las que podrían ser verdaderas o falsas, pero ideas nuevas al fin y al cabo. Estas ideas nos ayudaran a pensar, a contrastar y elegir lo mejor. Acaso no siempre es bueno tener de donde escoger, tener muchas opciones. Por qué conformarse con pensar lo que el otro piensa, o buscar por donde el otro busca. Tenemos el razonamiento suficiente para hacer lo propio.
Para Platón la libertad no está simplemente atada a los sentidos ni se encuentra en la realidad material que nos rodea. Para él, su principal función como filósofo era encaminar a los hombres a buscar la verdad de las ideas eternas, las que se encontraban en el mundo ideal, pues las cosas que nos rodean son meros reflejos perecederos. Pero la gente común no es de separarse de las ideas que han tenido durante toda su vida, pues “Para quien vive atado a las sombras, solo las sombras serán reales”, como lo dice Platón.
De hecho a veces hasta debemos dudar de la palabra de nuestros maestros, pues nadie tiene la verdad absoluta. Debemos plantear a nuestro modo la visión del mundo que tenemos, la visión de nuestra existencia y hacia donde nos dirigimos. Somos nosotros los que estamos al volante de nuestra vida, y somos nosotros los que decidimos que camino seguir. Como dijo Sócrates: “Solo sé, que nada sé”. Aunque yo personalmente tengo mi versión: “Solo sé, que nada sé, y tú tampoco”. No debemos conformarnos, siempre hay que seguir indagando.
En “El Discurso sobre la dignidad del hombre” de Giovanni Pico de la Mirandola, este explica a través de un mito la posición que Dios le da al hombre en la tierra diciéndole estas palabras: “Tú podrás buscarte y labrarte tu propio destino, empleando tu libertad. Serás tu propio escultor y podrás fabricarte con tus actos la imagen que prefieras, después de conocer todas las cosas que hay en el mundo. Podrás ascender en la escala hacia lo más alto, o degradarte y bajar hacia las bestias inferiores”.
Un argumento importante para descubrir el verdadero uso de la libertad se toma de la lectura: “¿Qué es la Ilustración?” de Kant. En ella se explica que la libertad es un requisito indispensable para lograr la ilustración en alguien. También expone que siempre hay una necesidad de llevar a la par la libertad y la obligación, principalmente esta última impuesta por las instituciones que rigen nuestra sociedad. Kant divide la liberta de expresión en dos, de acuerdo al uso de la razón que se le da: Uso Público y Uso Privado.
El Uso Público se refiere a una libertad total y sin oposiciones, mientras que el Uso Privado si presenta limitaciones. Por ejemplo un ciudadano debe respetar las leyes que el congreso le imponga, por tal motivo esta haciendo uso privado de la razón, pues de lo contrario podría ser castigado por el Estado. Pero si expone sus críticas públicamente por el mal funcionamiento de la justicia en el país, estaría haciendo uso público de su razón, ya que el ciudadano está informado y por lo tanto capacitado para verter opiniones acerca de la situación del país.
Es así que comprendo el verdadero significado de la libertad, y su diferencia con el libertinaje. Los hombres todavía no estamos capacitados para vivir haciendo lo que deseemos a nuestro antojo, aún debemos seguir reglas y todo porque no somos capaces de utilizarla con responsabilidad. A diferencia de los animales que se mueven por instinto, nosotros contamos con la razón y es a través de ella que debemos regir nuestra vida y las decisiones que tomemos. Hoy la libertad es importante, pero mas aún el gran nivel del uso de razón que haya en ella.
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