lunes, 11 de octubre de 2010

EL EQUILIBRIO DE UNA AMISTAD ISÓSCELES

"Martín (Fanete), Jonathan (Wambrillo), Jan (Dayvis) y yo"

En la vida de un adolescente el entorno siempre define su comportamiento, es gracias a él que la personalidad del muchacho va tomando forma. Uno puede llegar a tener muchos amigos, pero solo algunos serán los elegidos para entrar en ese círculo de confianza que formamos alrededor de nosotros. Teniendo en cuenta todo lo dicho, tal vez mi historia sea más entendible y comprendan que no siempre nos llevamos bien con las personas que son iguales a nosotros, ni con las diferentes, sino todo lo contrario.

Empezaban las clases en la universidad, era una mañana fría de agosto del 2009 y tenía que llegar antes de las 7:30, todo un periplo épico el de Chaclacayo a Los Olivos. Como todo primer día sentía un temor y a la vez entusiasmo por conocer nuevas personas, “¿quién sabe?” – me decía – tal vez por ahí este el amor de mi vida, o mi futuro socio en los negocios. Todo era nuevo de ahora en adelante, “¿qué nuevas personalidades tendría que afrontar?”, pensaba yo en el camino.

Es verdad que conocí a casi todos los compañeros del salón, pero solo algunos me inspiraron confianza, y en la actualidad solo algunos sobrevivieron a la batalla dentro de la universidad (uno jalo curso - amigo Jonathan la próxima hablare de todos -, otro fue atrapado por una chica - Jesús, en el buen sentido de la palabra - y el otro desistió de seguir la carrera - saludos en la distancia, Hugo Xonto). Ahora solo tengo dos camaradas: Jan, alias “El Dayvis” y Martin, alias “Fanete”. Tal vez esto no suene modesto pero, me jacto de ser el líder en este moderno trío de mosqueteros, aunque cada uno tiene sus momentos de gloria y dolor.

Empezare por describirlos y entenderán el por qué del título. “Dayvis” es el menor, tiene 18 años, es palabrero, amiguero y siempre encuentra un motivo para estar “jodiendo”, aunque lo hace en buena onda, a veces se le pasa la mano, en especial contra “Fanete”, quien es más reservado para molestar, tiene 20 años, es de correa ancha, sino hace rato se hubiera aburrido de ser nuestro amigo. Si hay algo en que no se diferencien son las ganas y aptitudes para el estudio, siempre están colaborando.

Por mi parte siempre trato de ponerle orden a esta amistad tripartita, aunque a veces no me controle y también termine vacilando mucho a “Fanete”, pero él es una gran persona y siempre esta presente cuando lo necesitamos, pero eso si, cuando se molesta es difícil disculparse con él, claro que no hay nada que un par de “chelitas” puedan solucionar. Con “Dayvis” si es otra cosa. A él tengo que controlarlo para que no se gane problemas en vano, ni con nosotros, ni con los demás, aunque a veces me contagio y terminó igual que él.

Tenemos las personalidades bien marcadas, “Dayvis” es el molestoso, el “florero”, el palomilla, también diría el mujeriego pero le hace falta algo. “Fanete” es el paciente, el tolerante, y hasta cierto punto temeroso. Yo soy el nexo entre estas dos personalidades, siento que depende de mí el mantener viva esta amistad tan agradable y provechosa para los tres, claro que no me considero el centro de atención o algo parecido, pero si se que juego un papel importante en esta “relación”.

Creo que en el futuro seguiremos siendo los mismos, hemos pasado por tantas cosas: entre alegrías, tristezas y problemas, que no es posible que exista algo que nos distancie. Además, formar nuestra propia empresa, es un tema que no falta en nuestras conversaciones. Así que si seguimos manteniendo ese equilibrio, cual triángulo isósceles, en nuestras personalidades, será difícil que dejemos de ser amigos. Por eso nuestra religión es, cual Mosqueteros de la antigua Francia: “Uno para todos, y todos para uno”.

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