El caso Watergate fue un hecho muy relevante en el ámbito de la política y el periodismo en los EE.UU. Este escándalo político se trajo abajo a muchos funcionarios importantes de la Casa Blanca y culminó con la renuncia del presidente Richard Nixon.
Todo empezó la noche del 17 de junio de 1972, cuando Frank Wills, el guardia del Hotel Watergate, donde se encontraba la oficina del Comité Demócrata Nacional, hizo una llamada a la policía para avisar que cinco sujetos habían entrado al recinto. Fue así que lograron arrestar a Virgilio Gonzáles, Bernard Baker, James W. McCord, Eugenio Rolando Martinez y Frank Sturgis, quienes pretendían instalar micrófonos y cámaras para escuchar clandestinamente las conversaciones en el lugar. Todos ellos eran miembros activos de la Operación 40 de la CIA.
Estos sujetos fueron juzgados por conspiración, robo y violación de las leyes federales sobre intervención de las comunicaciones y condenados en enero de 1973. Luego se supo que en algún momento habían trabajado directa o indirectamente para el Comité de Relección de Nixon, y mucha gente, incluyendo el propio juez John J. Sirica, sospechaban que la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas del gobierno. En marzo de 1973, James McCord, uno de los condenados quien había sido Director de seguridad del comité para la reelección de Nixon y empleado del FBI y la CIA, envió una carta al juez John J. Sirica con la acusación de que se había intentado tapar el robo por parte del gobierno.
Este escándalo político despertó en Carl Bernstein y Bob Woodward, periodistas del Washington Post, el interés en investigar y descubrir a los verdaderos culpables de este grave delito. Para ellos todo apuntaba a la Casa Blanca, ya que uno de los detenidos en las oficinas del Comité Demócrata Nacional pertenecía al Comité para la Reelección del Presidente Richard Nixon y muchos de los otros detenidos habían trabajado bajo sus órdenes cuando Nixon era Vicepresidente en 1960 y dirigía la Operación 40 de la CIA. Los periodistas recibieron la ayuda de un informante anónimo, que se hacia llamar “Garganta Profunda”, quien era el Director adjunto del FBI en ese tiempo: W. Mark Felt, quien decidió salir del anonimato recién el año 2005. Otro dato que no se conocía era que Bob Woodward jamás contó su relación con la inteligencia naval y menos con las sociedades secretas de Yale donde era miembro destacado.
Tras la investigación, Woodward y Bernstein, lograron dar a conocer el caso al público, con esto, la justicia estadounidense se encargó de investigar más a fondo los hechos y se creó La Comisión de Investigación Senatorial, que llegó a la conclusión de que algunas personas cercanas a Richard Nixon eran culpables. Finalmente se reveló, y se difundió por la prensa, que Nixon había mentido con el fin de ocultar su participación en el escándalo. Luego de defenderse de las acusaciones, Nixon prefirió renunciar a su cargo de presidente cuando se inició contra él un proceso de “impeachment”, que es un pedido, ubicado en el Artículo Primero de la Constitución de los Estados Unidos, mediante el cual, al ser aprobado por el congreso, se puede procesar a un alto funcionario de un cargo publico.
Al verse acorralado Nixon abandona sus funciones el 9 de agosto de 1974 antes de terminar el proceso. Fue sucedido por Gerald Ford quien era su Vicepresidente, y que su primera acción oficial fue indultar a Nixon, con lo que se detuvo todo procedimiento contra él. Después de esto, Carl Bernstein y Bob Woodward, quienes llegaron a esclarecer los hechos desconocidos de este escándalo político en los EE.UU. fueron galardonados con el premio Púlitzer en 1973.
Todo empezó la noche del 17 de junio de 1972, cuando Frank Wills, el guardia del Hotel Watergate, donde se encontraba la oficina del Comité Demócrata Nacional, hizo una llamada a la policía para avisar que cinco sujetos habían entrado al recinto. Fue así que lograron arrestar a Virgilio Gonzáles, Bernard Baker, James W. McCord, Eugenio Rolando Martinez y Frank Sturgis, quienes pretendían instalar micrófonos y cámaras para escuchar clandestinamente las conversaciones en el lugar. Todos ellos eran miembros activos de la Operación 40 de la CIA.
Estos sujetos fueron juzgados por conspiración, robo y violación de las leyes federales sobre intervención de las comunicaciones y condenados en enero de 1973. Luego se supo que en algún momento habían trabajado directa o indirectamente para el Comité de Relección de Nixon, y mucha gente, incluyendo el propio juez John J. Sirica, sospechaban que la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas del gobierno. En marzo de 1973, James McCord, uno de los condenados quien había sido Director de seguridad del comité para la reelección de Nixon y empleado del FBI y la CIA, envió una carta al juez John J. Sirica con la acusación de que se había intentado tapar el robo por parte del gobierno.
Este escándalo político despertó en Carl Bernstein y Bob Woodward, periodistas del Washington Post, el interés en investigar y descubrir a los verdaderos culpables de este grave delito. Para ellos todo apuntaba a la Casa Blanca, ya que uno de los detenidos en las oficinas del Comité Demócrata Nacional pertenecía al Comité para la Reelección del Presidente Richard Nixon y muchos de los otros detenidos habían trabajado bajo sus órdenes cuando Nixon era Vicepresidente en 1960 y dirigía la Operación 40 de la CIA. Los periodistas recibieron la ayuda de un informante anónimo, que se hacia llamar “Garganta Profunda”, quien era el Director adjunto del FBI en ese tiempo: W. Mark Felt, quien decidió salir del anonimato recién el año 2005. Otro dato que no se conocía era que Bob Woodward jamás contó su relación con la inteligencia naval y menos con las sociedades secretas de Yale donde era miembro destacado.
Tras la investigación, Woodward y Bernstein, lograron dar a conocer el caso al público, con esto, la justicia estadounidense se encargó de investigar más a fondo los hechos y se creó La Comisión de Investigación Senatorial, que llegó a la conclusión de que algunas personas cercanas a Richard Nixon eran culpables. Finalmente se reveló, y se difundió por la prensa, que Nixon había mentido con el fin de ocultar su participación en el escándalo. Luego de defenderse de las acusaciones, Nixon prefirió renunciar a su cargo de presidente cuando se inició contra él un proceso de “impeachment”, que es un pedido, ubicado en el Artículo Primero de la Constitución de los Estados Unidos, mediante el cual, al ser aprobado por el congreso, se puede procesar a un alto funcionario de un cargo publico.
Al verse acorralado Nixon abandona sus funciones el 9 de agosto de 1974 antes de terminar el proceso. Fue sucedido por Gerald Ford quien era su Vicepresidente, y que su primera acción oficial fue indultar a Nixon, con lo que se detuvo todo procedimiento contra él. Después de esto, Carl Bernstein y Bob Woodward, quienes llegaron a esclarecer los hechos desconocidos de este escándalo político en los EE.UU. fueron galardonados con el premio Púlitzer en 1973.
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